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¿Está la atención sanitaria a merced de la informática?

De Bryan McGuinn, Director de marketing, Healthcare Digital EMEA y Asia

Marcar la diferencia para los pacientes constituye el foco de la sanidad moderna. Las presiones y retos actuales contribuyen a la mejora de estándares y tiempos de respuesta para mejorar diagnósticos, tratamientos y cuidados. Pero ¿por qué la interoperabilidad - el intercambio de información entre dispositivos médicos y sistemas de información - aún se considera un reto informático y no un objeto de discusión en reuniones clínicas?

Los silos entre departamentos y las piezas que faltan en el rompecabezas que conforman los datos de paciente, siguen siendo oportunidades perdidas de optimizar tiempos, costes y resultados. Los errores médicos son la tercera causa de muerte entre pacientes¹ y no disponer de los datos adecuados en el momento en que se necesitan podría ser la causa.

Altos estándares implica libre circulación, información compartida

Imagine un escenario real: una ambulancia traslada a un paciente de un accidente de tráfico a urgencias de un Hospital comarcal donde le transfieren verbalmente al equipo de urgencias la información. Este, para la evaluación del traumatismo, pide un TAC y determina la necesidad de traslado a un especialista para su tratamiento posterior. Así, el paciente es trasladado de nuevo, frecuentemente sin ningún dato, y tras la llegada al Hospital de referencia se necesita otro TAC antes de proceder a la planificación del tratamiento.

¿Cuántas oportunidades de compartir los datos se han perdido en este proceso? La historia clínica del paciente podría haberse consultado antes de que llegara a urgencias, el equipo de la ambulancia podría haber mandado una notificación de camino al hospital para preparar a los equipos receptores, una notificación al Hospital de referencia, o incluso el primer TAC, se podría haber enviado y así evitar la realización del segundo TAC, duplicando la dosis de radiación y retrasando el inicio del tratamiento hasta que se vuelve a informar. La falta de integración, de información compartida, perjudica la calidad asistencial.

La interoperabilidad puede ayudar a reducir esperas, evitar repeticiones de pruebas y optimizar tratamientos. Permite mejorar los resultados en salud a largo plazo en pacientes y puede contribuir potencialmente a reducir la estancia media en el hospital. También garantiza el futuro y sienta las bases hacia nuevas e innovadoras formas de trabajar a través de la tecnología.

El liderazgo de la sanidad impulsa la innovación

Tomemos la Inteligencia Artificial (IA) como ejemplo. Se apoya en multitud de diferentes fuentes de información de pacientes conectadas entre sí y disponibles para sistemas de IA que ni siquiera se han ideado aún. Los sistemas sanitarios requieren de la interoperabilidad para estar preparados. A día de hoy solo se usa² el 3 % de los datos clínicos, así que, para estar preparados para la potente evolución de la IA, se requiere sistemas clínicos abiertos y una tecnología basada en estándares.

¿Y cómo entramos en la autopista de la interoperabilidad? Piense en grande, evite incorporar soluciones informáticas para abordar solo las necesidades actuales. Abra el debate incorporando a los profesionales clínicos y de gestión interesados en cómo y por qué una imagen de paciente puede requerirse y compartirse en el futuro. Pegunte, debata y posicione positivamente reputación y enfoques clínicos presentando la visión completa del paciente en el centro de la toma de decisiones.

1 Fuente: The BMJ
2 Fuente: Estudio del universo digital de IDC